Las sesiones sincrónicas son momentos en que el docente y los estudiantes del curso virtual interactúan entre sí en una videollamada programada. Por el contrario, las sesiones asincrónicas, son momentos del curso en que no hay una interacción en tiempo real, sino que se requiere que el estudiante cumpla con actividades en rangos de tiempo, como: realización de lecturas, mirar videos, participar en juegos o simulaciones, y exámenes.


Generalmente, las sesiones sincrónicas ocupan 30% del tiempo de un curso, y las sesiones asincrónicas el 70% restante, pero depende de cada institución educativa y del tipo de programa académico. Las sesiones sincrónicas, gracias a la interacción en tiempo real entre docentes y estudiantes, pueden aprovecharse para desarrollar y afianzar conocimiento, para compartir experiencias, para garantizar la recepción de indicaciones, para dar retroalimentación de actividades evaluativas, para desarrollar contenido puntual, para discutir casos, para compartir opiniones sobre un tema, para realizar presentaciones grupales, etc. Sin embargo, la mayor parte de las veces se usan para reuniones informativas con participación no requerida.

Debido a que los LMS o Learning Management Systems soportan gran parte del proceso de enseñanza y aprendizaje a través de la gestión de recursos y actividades evaluativas, las sesiones sincrónicas generalmente se manejan solo como complementos. Es un error que suma al ya enorme sesgo que existe sobre la calidad de la educación virtual. Las sesiones sincrónicas no deben ser solo un complemento, más bien, deben convertirse en una parte fundamental del proceso de enseñanza aprendizaje. La enseñanza virtual, con un grado de interacción humana, mejora la experiencia educativa, y por ende, aumenta la calidad de aprendizaje.

Compartimos algunos consejos para que los docentes aprovechen de mejor manera las sesiones sincrónicas, de tal forma que los estudiantes obtengan un mayor beneficio educativo:

Hacer las sesiones sincrónicas requeridas

Todos los estudiantes deben participar en las sesiones sincrónicas, sin excepción. Se pueden dar puntos de asistencia, y condicionar la aprobación de la materia a un porcentaje mínimo de asistencia a las sesiones. Generalmente, las instituciones educativas tienen políticas muy laxas en este aspecto, y los estudiantes se permiten omitir las sesiones, lo que afecta indirectamente su proceso de aprendizaje.

Brindar un horario accesible para todos


Si las instituciones requieren de la participación obligatoria de las sesiones, también deben garantizar que los horarios sean accesibles. Las horas de la noche siempre son un comodín a tomar en cuenta, por lo que la mayoría de personas tenemos menos responsabilidades a estas horas. Y si esto es muy difícil de cumplir para la mayoría, es conveniente que haya dos o tres horarios disponibles.

Fomentar la interacción

Las sesiones sincrónicas deben caracterizarse por la interacción colaborativa entre el docente y los estudiantes. No pueden ser un monólogo del docente. No se deben ocupar para reproducir vídeos o audios. En estas sesiones lo más importante es la interacción: preguntas y respuestas, compartir opiniones, realizar juegos de cooperación o competencia, narrar experiencias, resolver problemas en conjunto, etc.

Involucrar a todos los participantes


Un problema común de las sesiones sincrónicas, es que la sesión sea acaparada por el docente y dos o tres estudiantes, dejando a los demás participantes como oyentes. Como mencionamos anteriormente, se debe promover la interacción de todos. Se recomienda que el docente tenga a mano la lista de estudiantes, y apunte en su LMS o en un cuaderno la participación de cada estudiante, procurando que todos puedan aportar. El que haya una calificación de la participación en las sesiones para cada estudiante, puede ser un estímulo adicional.

No exceder el número de participantes en las sesiones sincrónicas


Para atender a todos los estudiantes por igual, se recomienda no tener grupos grandes en las sesiones, ya que con muchas personas se vuelve un desafío tomar control de la clase, y muchos estudiantes quedan sin participar. Se recomienda tener sesiones de 20 personas como máximo. Si el grupo es más grande, lo mejor es dividirlo en más partes.

No exceder el tiempo de la videollamada


Se recomienda que las sesiones no excedan los 45 minutos. Y ninguna sesión, por muy colaborativa o entretenida que sea, debe durar más de dos horas, ya que se dificulta la retención de la información.

Utilizar aplicaciones educativas como complemento

Si la clase es muy teórica, se recomienda complementarla con el uso de aplicaciones educativas interactivas. En Internet se pueden encontrar varias herramientas que harán la clase un poco más dinámica, tales como: pizarras interactivas, presentaciones interactivas, juegos para fomentar el aprendizaje, etc.

Solicitar retroalimentación a los estudiantes


Finalmente, es importante solicitar retroalimentación a los estudiantes sobre su apreciación de las clases sincrónicas. Nadie mejor que los estudiantes pueden ayudar al docente a enriquecer sus clases. Si todos aportan, es posible aumentar la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje.