En contraste con los cursos presenciales, a los cursos virtuales, en general, se los ve como cursos de segunda categoría. Esta creencia dice que la experiencia en el aula, a través de la interacción con el docente y el grupo de clase, propicia la atención, y por tanto, el aprendizaje. Aunque no le falta razón, sabemos que la interacción en el aula no es una garantía, hacen falta otros elementos para alimentar el proceso de aprendizaje.
Con el uso extendido de la enseñanza virtual a través de los Learning Management System (o sistemas de gestión del aprendizaje), se ha avanzado muchísimo en cuestiones de control escolar a distancia, especialmente en el acompañamiento del proceso de enseñanza aprendizaje. Pero, la tecnología, por sí misma, no puede garantizar la calidad del aprendizaje, lo que le convierte en un reto para los rectores, personal administrativo, docentes y, para el estudiante mismo.
2. Planificar el tiempo de estudio
4. Acondicionar un lugar adecuado para estudiar
5. Establecimiento de objetivos y metas más específicas